Tres no son multitud

Tras la incorporación de rasras, era inevitable el que en su estela más y más colaboradores se incorporen a este nuestro humilde (y herrático) blog. Ante su calidad, confío que también sean capaces de mantener una regularidad que yo solito no he sido muy capaz de conseguir (hasta ahora).
Sin mucho más que decir, les dejo con Amayo; espero que sus consejos les sean útiles, y que su colaboración no se quede en puntual.

Nueva visita al monte Suribachi. Con banderita.


Derrick Wright: La batalla de Iwo Jima. Inédita Ediciones, Barcelona 2006 (edición bolsillo).
Edición original: The Battle for Iwo Jima 1945 Sutton Publishing 2003
Cuando uno se enfrenta con un título como este, realmente sabe ya de qué se trata. Descripción de una batalla, testimonios de los veteranos, afirmaciones de lo increíblemente trascendente que fue para esa guerra en general y para la historia universal en particular.
Lo cierto es que, más que ninguna otra, Iwo Jima es la historia de una imagen, de una fotografía, de un gesto. Pero también de una base aérea, de sangre y plomo a cambio de unos pocos kilómetros cuadrados de nada y azufre en medio de un océano vacío.
Aunque el autor es inglés, e intenta desde el principio dar un enfoque novedoso a lo que parece el eterno escenario del Pacífico, la feroz islita con taimados japoneses heroicamente tomada por los marines, al final termina siendo eso mismo. Apenas unas líneas para darnos un perfil del comandante nipón, la delicadeza de su correspondencia con su hijo, y su conocimiento de los EE. UU., para regresar a la historia de siempre: la islita es tremendamente difícil de conquistar (aunque esté completamente aislada) su guarnición es traicionera e implacable (aunque poco más puede hacer que esconderse bajo tierra) y los aguerridos marines consiguen conquistarla gracias a esa soberbia fórmula, que sólo ellos poseen, de abrumadora potencia de fuego, y valor a pecho descubierto.
Por supuesto, el bombardeo previo es insuficiente. Los recursos destinados a la misión, escasos. El valor de los marines, e incluso de los seabees, inmenso. Pero la parte dedicada a los más de 20 000 japoneses enterrados en la isla, todos muertos (sólo sobrevivieron 1083 prisioneros) está, como siempre, descompensada.
Derrick Wright, aunque británico, es un notable especialista en el área del Pacífico, y tiene libros prácticamente sobre todos y cada uno de los asaltos anfibios, de Tarawa a Okinawa, incluyendo varios Ospreys. Por supuesto, su último libro se titula Pacific Victory: Tarawa to Okinawa 1943-1945.


Nuestro habitual monte Suribachi
En este caso, la búsqueda y caza de erratas ha resultado más difícil de lo habitual. El traductor, por lo visto, es novato y gracias a ello los defectos que se pueden encontrar son los propios de intentar hacerlo demasiado bien.
Como los empleos militares no son "traducibles" entre distintos países (casi ni siquiera entre distintos ejércitos del mismo país) pues ale, es "necesario" explicar por nota la traducción de private first class, colonel, major (que sin embargo traduce a veces como comandante, a veces como mayor...) etc.
Por supuesto, para los cargos de los japs no hay tanta ceremonia (es decir, ninguna).

En la página 31 (edición en tapa dura): "las cuatro torretas restantes (del B 29) estaban controladas por computadores que calculaban la velocidad, distancia, altitud y dirección del
objetivo".
p.86 Un "retriever" (un sherman ARV) que requiere nota explicativa, aunque el término no tiene traducción
p.87 La única realmente grave, supongo que se escapó al corrector (si es que lo ha habido¨: "las grandes rifles de la marina" ¿? refiriéndose a cañonesde acorazados.
pg 101 . Los japos lanzan cohetes de hasta 300 kg ¿!? bueno, sí, he encontrado que llegaban hasta los 200 kg., no es que sea muy grave, pero si siempre nos estamos quejando de la necesaria traducción de calibres y demás, pues la reseñamos.
p. 168. Vale, admito que los cañones navales yanquis se indiquen en pulgadas, (y no los de shermies), las distancias marinas en millas.. pero los cañones japoneses ¿también deben medirse en pulgadas?
En determinado momento los marines cortan un cable y "cesa el contacto por radio" entre el monte Suribachi y el resto de la isla ¡¡¡!!!