Sobre desbocados polacos y capitanes forzados...




Título: Somosierra 1808, la Grande Armee en España. (Guerreros y Batallas 48)
Autor: Vela, Francisco
Editorial: Almena (Madrid)
Notas: 104 Págs. Primera edición 2008.
Precio: 14 €


En pleno mes de diciembre y con 200 años de diferencia sobre este hecho bélico ocurrido en un paso natural entre ambas mesetas castellanas, el autorizado Francisco Vela presenta un “nuevo” trabajo ya antes tratado en parte por su colega Sañudo Bayón en diferentes y prestigiosas publicaciones históricas. Ahora, reaparece en los conocidos por los aficionados cuadernos de batallas (sosias o aspirantes de los Osprey anglos) de la editorial Almena que, muy pronto, cumplirán el medio centenar de títulos; una colección con algunas obras brillantes o novedosas para el panorama militar hispano y otras, meramente generalistas, populistas o excesivamente arropadas por el mercado mediático o de efemérides adecuadas.

Con Somosierra y tras algún análisis o contraste previo de fuentes, me tengo que quedar con un cierto regusto de aspereza. Esperaba algo más, la verdad o ¿quizás no había en este acontecimiento histórico o en el medio o formato de la publicación elegida mimbres para mucho más? Debemos tened en cuenta que aquello fue en realidad un combate sin más, que estaba decidido casi de antemano por calidad y posible cantidad de tropas enfrentadas (¿y si llegan a aparecer con verdaderas ganas las tropas british, en esa recomendable posición defensiva?) y que tuvo a Napoleón y la mítica carga polaca frente a esas cuatro baterías sucesivas su verdadero paso a la posteridad (sólo la primera con efectos reales decisivos por posición y composición, como bien mencionan la dupla amistosa). Además, en los antecedentes clásicos de Toreno, Arteche o Priego tampoco es un acontecimiento que exceda más de 20 páginas…

El desarrollo de los combates en sí de Sepúlveda –pocos saben que la mítica Guardia Imperial sufrió contrariedades contra los españoles aquí o anteriormente en Medina de Rioseco– y Somosierra (Págs. 52 a 80) no aporta casi nada nuevo a lo ya antes relatado en diveras fuentes o a la maravillosa Researching & Dragona nº 11 por Sañudo que, por cierto, me convence más como relatador y secuenciador de este tipo de encuentros marciales. Se calcan o repiten algunas posiciones, mapas, cuadros, anexos o fotos del encuentro y lugar (Vela realizó muchas de ellas, es cierto). Algo que puedo pasar. Lo que me parece más sospechoso es la inclusión de párrafos y opiniones casi idénticas entre ambos autores, colaboradores y amigos con un lapso de diferencia de ocho años en ambos textos mencionados ¿a quién le damos realmente la autoría? Elijan ustedes.

Vela, eso también es reseñable, incluye una primera parte de Introducción o situación contextualizadora histórica habitual, unos nuevos estadillos de fuerza más ajustados a la ¿verdad histórica? (bajando, por ejemplo, el número real de participantes en Somosierra, sobre todo) y una somera, pero interesante y provechosa relación previa de ambos ejércitos o, siendo más exactos también, para la mera agrupación variopinta de combate española que ocupan gran parte del cuaderno y ¿puede ser lo más destacable del mismo? (Págs. 5 a 56). Y, por supuesto, todo ello se adereza con los comentarios finales a las diferentes láminas dibujadas por el propio autor de esos muestreos uniformológicos sobre algunas unidades participantes o mapas del lugar que, dicho sea de paso, tampoco existen muchas novedades para esta edición por parte del conocido ilustrador y autor.

No debo dejar de comentar tampoco las recurrentes y molestas erratas de guiones incorrectos en la maquetación a dos columnas de la obra ¿no se conoce la limitación, el track o, sobre todo, la correcta división de los términos o palabras señor maquetador Martínez Canales?¿Falta de tiempo o atención? Y el mando español de origen francosardo que defendió profesionalmente Sepúlveda (¿quizás demasiadas tropas y demasiado escogidas para esa tarea, según mi humilde opinión?) lo llamamos Sardaigne como Sañudo, o Sardaña o Sardeñ como aparece en esta obra del respetado, no se dude en ningún instante, señor Vela.

Que conste que un humilde servidor de la ignorancia histórica sólo puede agradecer estos esfuerzos realizados por el reconocido autor y otros pocos atrevidos, pero convendrán también conmigo que, después del, por ejemplo, estupendo Bailén, aparecido en esta misma colección, todos esperábamos algo más del autor y la propia editorial ¿no? O ahondando en lo anterior con este episodio ¿no se le podría extraer nada más ocho años después al mismo hecho militar? Les vuelvo a dejad a ustedes la interpretación o, aún más sangrante para un libro en soporte papel, si tienen internet a la vista pueden encontrad suficientes enlaces para cotejar y hacerse una idea de aquello sin excesivo coste.

En el otro lado de la colina, me encuentro con una obra interesante–por personaje secundario y temática, españoles al servicio forzado de Napoleón- publicada también por la editorial Almena y felizmente realizada por Ignacio Fernández de Bobadilla, antepasado de un capitán del antiguo regimiento de infantería de Guadalaxara llamado Rafael de Llanza y de Valls. El diario de este oficial analizado y comentado por el autor –lástima que no tuviera más páginas el original– se centra en el recorrido del susodicho capitán español con su regimiento que viaja por Italia, se enrola en la rocambolesca expedición de La Romana a Dinamarca, es encerrado en Francia y deserta tras una épica caminata-combate forzada por la campaña rusa para, finalmente, regresar más de siete años después a su patria ¿fácil no? Sí hay que referir y debemos tened en cuenta que con este mismo material ya tuvo este autor un primer encuentro novelado en el 2003...

Bueno, en esa fecunda época histórica napoleónica siempre nos podemos asombrar con algún jirón del destino humano nuevo o seminuevo y, si encima el autor actual lo trata con experiencia, objetividad, precisión y buen hacer, pues miel sobre hojuelas. Por cierto, en esta obra también repiten, de diferente manera, Vela –con una lámina– y el señor Martínez Canales. La maquetación mejora bastante a una columna y, por supuesto, es más cómoda de leer, además de no incurrir en esos errores de bulto anteriores, entonces ¿por qué no publican todas sus obras así? Por cierto, el título sin pretensiones y recomendable es Un español en el ejército de Napoleón. Punto final.

Ozymandias

2 comentarios:

  1. En todos los países hay publicaciones parecidas al Osprey. A ver si consigo uno que he visto sobre Somosierra que, de momento, solo lo vende por internet el editor y en su página no contempla la posibilidad de enviar a España. Tal vez acabe apareciendo en amazon.de. Si lo consigo, lo reseñaré.

    http://www.edition-koenig-und-vaterland.de/shop/shop.php?kat[0]=Hefte%202008&kat[1]=Hefte%2021%20-%2024&x=20

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  2. Es, a priori y después de un vistazo, una agradable y desconocida colección centrada en guerras napoleónicas y que ahonda bastante en el periodo más triunfador prusiano de 1813, aunque desgraciadamente un servidor no domina el alemán como usted.
    Estaré a la espera de su conquista bibliográfica.

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