53. Carros ligeros estadounidenses. US Light Tanks, 1944- 1984. Zaloga, Steven. 1984. (26 de la edición anterior). Sí, Zaloga también mete mano a todo tipo de olivas estadounidenses. Buen título, y pese a que fue escrito en 1984, no está anticuado; es un tema en el que no se han producido grandes avances o reinterpretaciones.
54. Los carros medios M47 y M48 Patton. The M47 y M 48 Patton Tanks. Zaloga, Steven. 1999. (16 de la edición anterior). La espina dorsal de occidente en los 60 y 70, prácticamente toda Europa occidental los tuvo en inventario. Afortunadamente nunca tuvieron que emplearse en el frente para el que estaban diseñados. Y los israelíes se deshicieron de ellos casi antes que los sherman (modificados). Tampoco quisieron adaptar sus chasis para otros usos como sí hicieron con T54/55, shermans, centurion... curioso. En España sí dejaron buen recuerdo, aunque parece que fue más bien por comparación con el AMX-30.
55. El poderoso Merkava. Merkava Main Battle Tank (1977-1986) Katz, Samuel M. 1997. (3 de la edición anterior). Los israelíes consiguieron fabricar el mejor carro de combate para sus guerras, justo cuando terminó la época de las grandes batallas que habían marcado toda su historia. Por supuesto no se sabía nada de esto cuando se diseñó, y de hecho aún no se sabía gran cosa sobre este carro cuando escribieron este libro. Eso sí, el autor lo colma de alabanzas.
El deseo de proteger ante todo a la tripulación pone su énfasis en la coraza, y que no importe su baja velocidad, escasa autonomía y ausencia de elementos todo tiempo, ya que no se piensa en emplearlo en cabalgadas de cientos de kilómetros, ni en que deba vadear grandes ríos o combatir en ambientes lluviosos o con mal tiempo, aunque sí que aguante tormentas de arena. Hasta ahora sólo ha servido como blanco de piedras y de alguna trampa urbana con explosivos. Nunca se tuvo nunca en cuenta la posibilidad de exportarlo o de emplearlo en otro escenario que no fuera Israel, de ahí que sus parámetros de diseño sigan siendo únicos en el mundo.
56. El carro de combate Challenger. Challenger Main Batte Tank 1982-1997. Dunstan, Simon. 1998. (59 de la edición anterior). Último intento británico de sacar provecho de la buena fama del Centurion conseguida por los israelíes (después de remodelarlos de arriba a abajo). Pero como siempre, es un libro escrito en el Reino Unido sobre un producto del Reino Unido, así que Dustan hace lo que puede para disimular el mediocre comportamiento de este chisme en todos los ejercicios de la OTAN en los que se presentó, y concluye con una loa a su comportamiento correteando por Irak en Desert Storm. Patético.
El deseo de proteger ante todo a la tripulación pone su énfasis en la coraza, y que no importe su baja velocidad, escasa autonomía y ausencia de elementos todo tiempo, ya que no se piensa en emplearlo en cabalgadas de cientos de kilómetros, ni en que deba vadear grandes ríos o combatir en ambientes lluviosos o con mal tiempo, aunque sí que aguante tormentas de arena. Hasta ahora sólo ha servido como blanco de piedras y de alguna trampa urbana con explosivos. Nunca se tuvo nunca en cuenta la posibilidad de exportarlo o de emplearlo en otro escenario que no fuera Israel, de ahí que sus parámetros de diseño sigan siendo únicos en el mundo.
56. El carro de combate Challenger. Challenger Main Batte Tank 1982-1997. Dunstan, Simon. 1998. (59 de la edición anterior). Último intento británico de sacar provecho de la buena fama del Centurion conseguida por los israelíes (después de remodelarlos de arriba a abajo). Pero como siempre, es un libro escrito en el Reino Unido sobre un producto del Reino Unido, así que Dustan hace lo que puede para disimular el mediocre comportamiento de este chisme en todos los ejercicios de la OTAN en los que se presentó, y concluye con una loa a su comportamiento correteando por Irak en Desert Storm. Patético.
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